Es curiosa la relación del ser humano con la naturaleza. En ocasiones, nos sentimos los amos y señores y nos permitimos el lujo de explotarla hasta límite agotando los recursos, provocando un cambio en el clima ...
Sin embargo, en otras ocasiones es ella la que origina daños irreparables en forma de terremotos, tsunamis...
La diferencia es que la Naturaleza es lo que es, para bien o para mal, de modo que si alguien ha de mover ficha, deberíamos ser nosotros.
¿No crees?
